ENTREVISTA
A DON EDUARDO ROMERO, BISABUELO DE UN ALUMNO DE PRIMERO DE EDUCACIÓN PRIMARIA.
Con
motivo del estudio del paso del tiempo y los cambios que se producen en la
sociedad, los alumnos de 1º de EP, han tenido un encuentro con Don Eduardo
Romero, bisabuelo de David Díaz- Cacho Romero.
Los
alumnos se interesaron por la forma de vida de antes y le realizaron la
siguiente entrevista:
VICTOR:
¿Cuántos años tiene Usted?
EDUARDO:
88
CLARA
¿ A qué jugaba usted de pequeño?
EDUARDO:
Pues jugábamos al palmo, a la rayuela…se hacía una cruz, tirabas un dinero y el
que más cerca estaba de la cruz, era el que ganaba. En el palmo se tiraba el
dinero a la pared, se medía la distancia a que quedaba con el palmo, si
llegabas a él, ganabas, y si no, no ganabas.
DAVID
DÍAZ: ¿Cuánto se cobraba?
EDUARDO:
Los chavales, trillando, cobraban 4 pesetas, y un pan ya valía 18 pesetas. Los
hombres eran 5 pesetas al acabar la guerra.
DAVID
G: ¿Cuántos nietos tiene usted?
EDUARDO:
7 nietos.
ELSA:
¿Cuántos años hace que se casó?
EDUARDO:
58 años
VICTOR:
¿ Qué trabajos ha tenido ?
EDUARDO:
El trabajo era mucho y, como he dicho antes, se ganaba muy poco. Yo he trillado
casi de sol a sol desde los siete años. En plena guerra, yo ya trillaba. Nací
en 1929 y la guerra fue en el 1936, por entonces, yo ya trabajaba. Como
vosotros no sabréis lo que era trillar, os diré que consistía en ir moliendo la
mies con una trilla. Luego se ablentaba y se quedaba la paja por un lado y el
trigo por otro. Después la paja se utilizaba para las estufas, que no eran como
ahora y para que comieran los borricos y las mulas.
Así
estuve trabajando hasta los 15 años, edad con la que empecé a segar con los
hombres. Entonces no había cosechadoras como ahora, todo era a mano.
ELSA:
¿A qué otros oficios se ha dedicado usted?
EDUARDO:
A la albañilería. También he trabajado de albañil.
CLARA:
¿Cuál fue la canción que más ha bailado?
EDUARDO:
Las de Manolo Escobar, que me gustaban mucho.
JORGE:
¿Cuándo es su cumpleaños?
EDUARDO:
Yo nací el 18 de junio de 1929
CLARA:
¿Cuál fue el momento más feliz de su vida?
EDUARDO:
Cuando me casé y tuve a mis hijos. Hasta entonces la vida había sido un
auténtico calvario.
Y el
momento más triste fue cuando se murió mi madre el 25 de enero de 1940, a los 9
meses de dar a luz, a consecuencia de un mal parto. Entonces, apenas había
médicos y la pobre pasó muchísimo antes de morir, dejándonos huérfanos a cuatro
hermanos.
MIGUEL:
¿Cómo era el colegio cuando usted era pequeño?
EDUARDO:
Entonces había un maestro para los niños y otro para las niñas. Los niños
escribíamos con una pluma y tinta que se sacaba hirviendo amapolas. También
escribíamos con tiza.
Algunos
niños, que sus padres tenían más dinero, tenían cuadernos. Yo era muy amigo de
uno de ellos. Me sentaba a su lado y aprendía de lo que escribía en su
cuaderno.
ELSA:
¿Y no se enfadaba porque se fijara de él?
EDUARDO:
No. ¿Por qué se iba a enfadar? Éramos amigos y los amigos estamos para
ayudarnos.
El
encuentro terminó con la recitación de una hermosa y conmovedora poesía sobre
un niño, enfermo y moribundo, que intenta consolar a su madre que llora ante la
inminente separación.
Don
Eduardo termina diciendo que ha pasado momentos muy difíciles en su vida, pero
que su fe en Dios siempre ha sido su mejor ayuda frente a la adversidad.
Los alumnos se despidieron con un aplauso y contentos con lo que esa mañana habían aprendido.
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