Los conflictos cotidianos son
frecuentes en nuestras vidas. Si bien son inevitables, la mayoría son
solucionables y se evitaría que se agrandaran (escalada del conflicto), si se
abordaran en el momento adecuado y de la forma adecuada.
Encontramos conflictos en todos los ámbitos:pareja, familia, hijos, entre niños, con los
servicios(sanidad, educación, comercios, transportes…), sociales(ideológicos, políticos,
religiosos, comunitarios…
Se produce un conflicto cuando
hay una contraposición
de intereses, necesidades, sentimientos, objetivos, conductas, percepciones,
valores y/o afectos entre individuos o grupos que definen sus metas como mutuamente incompatibles.
El conflicto no tiene por qué
ser negativo si se afronta del modo apropiado. De hecho, puede ser
enriquecedor.
En todo caso para enfrentar un
conflicto adecuadamente se han de dar estos requisitos y procesos:
1.
TENER INTENCIÓN SINCERA DE SOLUCIONARLO
SABIENDO QUE ESTO NO SIGNIFICA QUE YO GANE Y ME DEN LA RAZÓN Y QUE LA OTRA PARTE PIERDA.
IMPLICA QUE GANEMOS AMBAS Y CEDAMOS AMBAS.
2.
IMPLICA ANALIZAR EL CONFLICTO.
-Analizar a las personas y partes
implicadas(personalidad, situación en la que se encuentran, cualidades
negativas y positivas, sus emociones y la causa de las mismas, su opinión,
personas que pueden estar influyendo, diferencias y coincidencias sobre lo
ocurrido, cómo les gustaría que se resolviera la situación…
Por la dificultad que esto entraña a las
personas implicadas, en muchas ocasiones puede resultar muy positiva la figura
de un mediador que lo haga de forma imparcial y reconduzca tanto este
análisis como el resto del proceso.
-Analizar el proceso, cuándo se originó y
cómo ha ido evolucionando, y también las causas del problema(conflicto de
valores, mala relación, estructurales o de poder, de intereses, de datos-por
ausencia o mala interpretación de cierta información-…)
3. IDENTIFICAR
Y CONTROLAR MIS PROPIAS EMOCIONES LO MÁS SINCERAMENTE POSIBLE. TAMBIÉN
IDENTIFICAR E INTENTAR ENTENDER LAS DE LA OTRA PARTE(EMPATÍA). Es importante ser honestos y no culpar a
nadie de nuestras emociones. Este es un paso clave en la resolución del
conflicto.
4.
ELEGIR EL MOMENTO Y CIRCUNSTANCIAS
ADECUADAS PARA RESOLVERLO.
No puede ser cuando ambas partes están muy
excitadas ni dejar pasar mucho tiempo. Cuando ambas partes se relajen, hayan
analizado el problema y tengan actitud
de resolver positivamente. A no ser que
se trate de una persona con dotes de mediación e imparcial, lo ideal es que
dialoguen las partes o personas en conflicto sin nadie más.
5.
UTILIZAR EL DIÁLOGO, LA COMUNICACIÓN
ASERTIVA, CON MENSAJES YO.
Dialogar no es yo hablo y me desahogo, te
reprocho y te ataco, te intento hacer culpable y que me des la razón.
Dialogar es una conversación guiada por una
búsqueda de entendimiento.
Un buen diálogo ofrece a las personas que
participan la oportunidad de:
v Escuchar
y ser escuchadas, de modo que las personas que hablan puedan ser oídas.
v Hablar y dejar que le hablen de manera
respetuosa.
v Desarrollar y profundizar en el entendimiento
mutuo.
v Conocer la perspectiva de las otras personas
y reflexionar sobre nuestros propios puntos de vista.
Principales
errores que cometemos al dialogar en un conflicto:
1. Exigir en lugar de pedir
2. Interpretar las acciones de otras personas
o su personalidad.
3. Generalizar en lugar de ser concretos.
4. Descalificar, etiquetar, amenazar, acusar,
reprochar.
5. Ganar-perder (pasar del ganar-ganar al
perder-perder).
6. Echar balones fuera en lugar de asumir cada uno sus responsabilidades.
7. Muchas veces contestamos sin haber
escuchado suficientemente el mensaje que se nos quiere transmitir: NO ESCUCHAR.
Otro elemento importante es el lenguaje no
verbal que empleamos (expresión facial, mirada, distancia, lenguaje corporal,
tono de voz…)
La solución
es: LA COMUNICACIÓN ASERTIVA (NO pasiva o agresiva)
Expresión directa
de los propios sentimientos, deseos, derechos legítimos y opiniones sin
amenazar o castigar a los demás. Implica respeto hacia uno mismo al
expresar necesidades propias y
defender los propios derechos, y
respeto hacia los derechos y necesidades de las
otras personas.
Utiliza los llamados mensajes YO, que:
- No culpa ni critica a la persona
- Se centra en un comportamiento concreto
- Favorece la escucha del receptor
- Evita la escalada del conflicto
ESTRUCTURA DEL
MENSAJE-YO
1) EMOCIÓN:
yo me siento / yo estoy (hablar de tus emociones)
2)
COMPORTAMIENTO: cuando (nombrar un comportamiento específico)...
3) MOTIVO:
porque (creo / sospecho / temo / me preocupa)...
4) INTERÉS: y
necesito / y me gustaría (decir qué necesitas para mejorar la situación)...
HAY MUCHAS
FORMAS DE ESCUCHAR, LA ÚNICA ADECUADA ES LA ESCUCHA ACTIVA:
¿Qué
es? Escuchar activamente es tener y
mostrar apertura a lo que la otra persona está tratando de comunicarnos, tanto
con el lenguaje verbal como con el no verbal.
¿Para
qué sirve? Para hacer sentir a la
persona escuchada, estimularla y que siga contando más cosas, asegurarnos de estar
comprendiendo adecuadamente y poder ser un elemento de ayuda
¿Cómo
no se hace? Interrumpiendo y hablando todo el rato.
Esperando que el que habla acabe mientras le
damos vueltas a nuestras ideas en la cabeza con la única intención de soltarlas
en cuanto acabe y hablar de mí y lo que yo pienso y lo que yo sé y considero.
Sintiéndonos
prejuiciados y agredidos e intentando confirmarlo.
Escuchando con impaciencia. Pensando en la
respuesta mientras nos hablan… Juzgando, dando soluciones, minimizando el
problema “no te preocupes, no es para tanto”…
¿CÓMO SE
HACE?
Actitud
Dejamos la mente en blanco, centramos nuestra
atención en la persona que narra y
tratamos de entender todo lo que
dice.
Lenguaje
no verbal
Manteniendo contacto visual, adoptando una
expresión facial de “Atención”, adoptando una postura activa y acompañando el
discurso (asintiendo, apoyándolo…).
Lenguaje
verbal
Utilizando muletillas que acompañan el
discurso: “ya, si, entiendo, ajá…”; parafraseando o resumiendo (este es un
componente importante de la escucha, y consiste en repetir con nuestras propias
palabras aquello que hemos entendido
“Si no he entendido mal”…). Pidiendo
confirmación al parafraseo resumen: “¿es así?...” Estando atentos a la
respuesta del interlocutor
CÓMO ENSEÑAR A
RESOLVER CONFLICTOS A LOS HIJOS
Evidentemente el cómo nuestros
hijos e hijas enfrenten los conflictos estará condicionado por sus rasgos de
personalidad y por la edad. Pero sin duda será fuertemente influyente el
aprendizaje de las habilidades mencionadas. Y en ese aprendizaje es donde cobra
especial importancia el cómo se
enfrenten a los conflictos las personas
significativas de su entorno, en especial los padres, hermanos mayores,
abuelos…Por lo que si queremos que aprendan de la mejor forma posible, debemos
trabajar y poner en práctica las habilidades mencionadas.
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